Enseñar Yoga Hoy (2): El liderazgo moderno ¿cómo vivirlo y traerlo al aula?

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Si hace unos años me hubiesen dicho que iba a escribir sobre liderazgo, desde mi lugar como profesora de yoga, no me lo habría creído. Al principio de mi enseñanza estaba totalmente concentrada en las áreas de contenido y no tanto en las de pedagogía. En esa época no tenía la visión moderna e informada que tengo hoy en día del mundo de los negocios humanistas, conscientes y éticos.

Actualmente llevo varios años reflexionando sobre las fórmulas más creativas, íntegras y educativas para transmitir yoga a diferentes personas en diferentes contextos. Sin ninguna duda, creo que el concepto del liderazgo se aplica mucho al trabajo de un profesor de yoga. Una persona que enseña y aspira a una pedagogía de calidad debería saber qué lugar ocupa como educadora, y cuáles son las herramientas de mayor transparencia y versatilidad para hacer bien su trabajo

Independientemente de las aspiraciones a nivel cuantitativo, todo profesor emerge en el aula como una figura de referencia en el plano de lo cualitativo. Sus palabras, su manera de moverse, la atención que presta al alumno, el ritmo que marca, la inspiración que ofrece… Todo crea una reacción en el alumnado y da lugar a una atmósfera que será más o menos propicia para el aprendizaje, la evolución y el descubrimiento.

Creo que un buen profesor de yoga debe ser un buen líder, un guía responsable y humilde que inspire confianza con su ecuanimidad y presencia. Pero no quiero sólo decir lo que creo, quiero que sepáis por qué lo creo y a qué me refiero con líder. Por eso, en este artículo, os contaré brevemente qué es liderazgo moderno, cómo se expresa en el contexto del yoga y cómo traerlo a la práctica en el aula. Primero necesitaremos borrar algunas ideas antiguas sobre el liderazgo. Piensa un poco, antes de leer esto, qué piensas que es un líder. Y luego lo contrastas con lo que propongo aquí.

Cualidades de un buen líder

La primera cualidad que encontramos en un líder es su capacidad para inspirar confianza. Un verdadero líder exhibe un comportamiento íntegro, respetuoso y coherente y por eso genera confianza en los demás.

No pretende cautivar, su honestidad natural y su voluntad de integridad operan en sintonía para generar una energía de pasión y servicio que los demás sienten al instante. 

El liderazgo moderno no habla de protagonismo, ni de poder. Habla de responsabilidad y compromiso. Por eso, el liderazgo moderno implica un líder que cree y practica la horizontalidad. En este contexto, la persona que lidera conoce su responsabilidad y su rol pero no se siente por encima ni por debajo de nadie. Como dice Robin Sharma, no hace falta un cargo para ser líder. El líder es el que elige hacer su trabajo con gran maestría y refinamiento, independientemente del lugar que ocupa en una línea de responsabilidad formal o de categorías profesionales. Su impecabilidad no se basa en lo que le pagan o en el reconocimiento que obtiene, la excelencia es su estilo de vida.

Actitudes del liderazgo moderno

Un líder es pro-activo, saber que es necesaria la iniciativa para que las cosas ocurran y se transformen, no defiende el estatismo para promover su propia seguridad o evitar los riesgos. 

La ética es una actitud que mantiene y alimenta cada día, retirando obstáculos como el egoísmo, la ambición de fama o las vías rápidas de dudosa honestidad. Su humildad no rechaza el reconocimiento apropiado cuando hace bien su trabajo porque sabe que el aplauso es para su trabajo y el esfuerzo que éste implicó.

La reflexividad es otra actitud clave del líder. Su comportamiento no es impulsivo e irracional. Sigue a su corazón y reflexiona sobre la mejor manera de hacer las cosas y beneficiar al máximo de personas implicadas. El líder valora el impacto de sus acciones no sólo en su propia vida sino globalmente.

Intenciones del líder

Las intenciones de un líder son servir, contribuir e inspirar.

Servir implica que pretende que su trabajo esté al servicio de los demás. Esto surge de un deseo puro de compartir lo que sabe y lo que tiene. Su trabajo da gran énfasis a la contribución en la dimensión humana y social. Dentro de su área, grande o pequeña, el que piensa en liderar piensa en contribuir y mejorar su entorno. 

En el deseo de ayudar o apoyar a los demás el líder sabe que es parte de su misión inspirar a los demás a través de sus acciones y su trabajo. Más que destacar, su deseo es mover a las demás personas a que exploren sus talentos y pongan su trabajo también al servicio de los demás. Comparte su luz para que los demás brillen, y brilla su propia luz porque sabe que eso despierta en los demás del anhelo de crecer y renovarse.

¿Cómo son las acciones de un líder?

Las acciones del líder son claras, coherentes e informadas

Una de las razones por las que el líder genera confianza es porque en sus acciones transmite mucha consistencia y solidez. Es previsible en cuanto a la calidad de sus acciones, sabemos que no especula ni falsea para su propio beneficio porque reconoce sus errores y maneja sus opiniones, en la medida de lo posible, sobre información y documentación de calidad.

En sus acciones prima la calidad frente a la cantidad. El lider no le tiene miedo a hacer poco, le tiene miedo a no hacer las cosas con bien, así que no teme en invertir su tiempo y recursos porque sabe que en el largo plazo los frutos son más sabrosos si se cultivan y esperan con calma.

¿Cuál es la misión del profesor de yoga como líder?

En el contexto del yoga podemos reconocer que nuestra tarea es guiar, y en ese sentido hablaremos de liderazgo. Somos la figura que guía la práctica y ofrece el conocimiento relevante para que el grupo aprenda y explore en su diversidad y a ritmo individual. Liderar grupos no es siempre fácil, porque no todos las personas necesitan lo mismo. Sin embargo, todo alumno necesita un buen líder: un profesor honesto, claro, coherente, bien informado, que le inspire, sea reflexivo y respetuoso.

¿Cómo podemos hacer esto de manera concreta?

  1. Representar los valores perennes y evolutivos del yoga. Conocer y respetar en la medida de nuestro alcance tanto la tradición de la que emerge el yoga que enseñamos, y a la vez estar al día de cómo evoluciona nuestra disciplina.

  2. Enfocarnos en educar. Frente al entretenimiento podemos ofrecer educación, en forma de valores, conocimientos, investigación y comunicación.

  3. Recordar que estamos para ayudar y dar soporte. No estamos para lucirnos o impresionar a los alumnos con lo que hacemos o sabemos. Estamos para ofrecerles ayuda relevante, disponibles para sus dudas o inseguridades. Nuestra labor como lideres en el aula es preparar y allanar el camino del aprendizaje del alumno, así como acompañar los desafíos que pueda encontrar.

  4. Integrar el concepto de servir. Es integral a nuestra disciplina el concepto del karma yoga. No implica cosas como que trabajamos siempre de manera gratuita, pero sí que recordamos que hay una humildad implícita en el enseñar yoga, estamos al servicio de una disciplina y debemos honrarla recordando atribuirle el valor y la sabiduría que nos ofrece y de la que nos nutrimos. El yoga nos sirve a nosotros, y nosotros servimos al yoga. La acción desinteresada es la que no espera nada a cambio. No debemos esperar de los alumnos halagos ni flores, sino que reciban lo mejor de nosotros. 

Y en el aula ¿cómo aplicamos todo esto?

Os ofrezco algunas ideas sobre cosas prácticas que podemos hacer en el aula para honrar este liderazgo moderno.

  1. Crear una atmósfera de bienvenida. Todo alumno ha de sentir que es bienvenido, independientemente de nuestras preferencias, sesgos personales y reacciones emocionales.

  2. Recordar el valor de lo sencillo. Aunque a veces enseñemos cosas difíciles, hacerlo siempre desde la sencillez que precede a lo complejo, realzando la comprensión por encima del logro.

  3. Tomar tiempo y dar tiempo. Ir tranquilos por dentro, y dar tiempo al alumno para respirar, sentir y adaptar.

  4. Generar un contexto en el que los alumnos se sientan seguros y su sistema nervioso pueda abandonar la alerta y la reactividad. Silencio o música muy tranquila son lo ideal, necesitamos reducir los estímulos sensoriales para poder relajarnos. ¡Suficiente estímulo son las sensaciones corporales!

  5. Decir cosas relevantes. Seleccionar, editar y filtrar lo que decimos. No llenar el espacio con palabras innecesarias porque tenemos la voz en el aula.

  6. Practicar una comunicación con un lenguaje basado en la amabilidad, la ecuanimidad y la transparencia. Aunque parezca obvio, cuando llevamos un tiempo dando clase podemos tomar hábitos o excesos de confianza que nos hagan perder una textura comunicativa apropiada. Sé que en algunas escuelas esto no es tan importante, pero en mi experiencia y en base a los estudios de neurociencia y psicología, la comunicación de calidad precede a un aprendizaje de calidad. No se trata de ser blando o ñoño, sólo de hablar con respeto y amabilidad.

  7. Ser impecable en los detalles grandes y pequeños. Puntual, respetuoso, disponible, limpio, presente. Aspirar a lo mejor, siempre se nos quedará alguna cosa por el camino, es natural.

  8. Crear un estado mental apropiado antes de la clase. Para nosotros es fundamental estar preparados, podemos meditar, invocar, bendecir, cultivar emociones elevadas…

  9. Estimular y animar al alumno. El aprendizaje se basa en superar retos y adquirir nuevos conocimientos. Provocar la reflexión y la transformación. Explicar el valor del estrés positivo. Ofrecer desafíos sin provocar competitividad, realzar el valor de la diversidad.

Como conclusión

Liderar en realidad significa tomar responsabilidad sobre la excelencia de nuestro trabajo, tomar sus grandezas sin timidez pero no adquirir identidades que limiten nuestra empatía y cercanía.

Todos estos puntos que os he desglosado, son cosas que la mayoría hacemos espontáneamente, tras observar y reflexionar. Igualmente, así unidos y formalizados, nos pueden dar pistas sobre cosas que se nos han quedado olvidadas o que no hemos considerado.

Por favor no dudéis en contarme si os han sido útiles estos consejos y cuáles añadiríais vosotros. Compartid vuestra dudas, también estoy para eso.

  • Foto @palmirafotoesvida en el Congreso de Yoga de Elche de 2019